viernes, 15 de septiembre de 2017

Retoma el Sendero





Lo que ahora quiero compartirles es abrirnos a la multiplicación exponencial, hablando en términos matemáticos, de este enriquecimiento experiencial, dicho de otra forma, “sacarle el jugo a la experiencia” y vivirla para evolucionar, dejar de movernos en círculos para movernos en espiral ascendente y así lograr la Trascendencia. ¿Cómo logramos esto? Puedo sugerir algo.

Estar en el momento Presente, en punto cero. No podremos aprovechar al máximo la experiencia si andamos divagando entre cuestiones del pasado y futuros inciertos. Victimizarnos es buscar culpables y vanagloriarnos es sucumbir ante el ego. La clave está en el equilibrio y este está en el punto cero. Ante el evento, circunstancia o acontecimiento, respiro profundo para equilibrar mis emociones y volver mi mente al punto cero. No se trata de andar como zombi por la vida, se trata de mantener en equilibrio la mente y el péndulo de las emociones para así lograr el discernimiento desde el Ser. De esta forma limpio mi subconsciente de cuestiones anquilosadas y desde este presente en punto cero comienzo a crear mi camino por la espiral trascendente.

Aquí y ahora soy consciente. Es fundamental para la trascendencia y la ascensión por la espiral  la toma de Consciencia, la conexión con el Ser. Asumir nuestra Responsabilidad con la Divinidad es reconocernos Creadores. Somos esa Consciencia que Unifica el Todo y la Nada. Es momento de abandonar el cascarón y lograr desplegar las alas, las condiciones están dadas. Eso es lo que viniste a buscar. Toma tu poder y conéctate con tu Consciencia con la de todos y así dar el salto que aporta a la Grandeza.

Para estas dos informaciones, pon las manos en tu Corazón y respira profundo, reflexiona y encuentra. Siente. Esto siempre estuvo ahí, quizás te entretuviste y lo olvidaste, elegiste y te arriesgaste, también es parte del juego. 
Pero ahora retoma el Sendero. 

Ya es tiempo.


domingo, 10 de septiembre de 2017

En el cuerpo vamos cargando a nuestra familia











Nuestro cuerpo refleja los problemas o enfermedades heredadas del árbol.
No debemos caer en la trampa de buscar recetas infalibles porque no las hay, este artículo sólo pretende dar unas pocas orientaciones que sirvan como base.
Queremos decir que asignar un ancestro a cada órgano o área corporal, es parecido a la tarea en la que se han enfrascado y se siguen enfrascando muchos neurólogos localistas: la de asignar funciones cognitivas concretas a zonas cerebrales concretas. La conclusión a la que llegan es que hay especialización hasta cierto punto, porque en el cerebro, igual que en el Universo, primero todo interacciona con todo y segundo, descubren que se trata de un holograma, de manera que todo está contenido en cada parte del todo.

Antes de seguir, tenemos que tener en cuenta que en cada zona corporal conviven tres informaciones:
1.-La memoria de nuestro árbol genealógico
2.-La memoria biográfica personal
3.-Los mensajes que el sabio interior nos envía a través del cuerpo. 


1.- La memoria de nuestro árbol genealógico
La familia está viva en la piel, en el cuerpo, está hablando. Hasta tal punto que podemos reconocer a nuestro árbol por la huella que este ha dejado en nosotros...
Esa "cierta especialización" de la que hablábamos, en la que los estratos de nuestro árbol genealógico vive en cada uno de nosotros se podría expresar así, muy a grandes rasgos:
*Parte derecha del cuerpo-rama paterna
*Parte izquierda-rama materna
*Hombros, cabeza -bisabuelos
*Tórax y brazos -abuelos
*Desde la cintura a las rodillas-padres
*Desde rodillas a plantas de los pies-hermanos. 

2.-La memoria biográfica personal
Desde la manera en la que somos concebidos, hasta el efecto que nos ha causado la regaña del jefe, pasando por el tipo de parto, como nos han acariciado de niños, todo queda escrito en el cuerpo. Por ejemplo, consideramos que el peso de la culpa se asienta en la parte alta de la espalda y los traumas infantiles en los pies. La piel es un gran lienzo en la que queda escrita la historia de nuestras relaciones con el mundo.

3.- Los mensajes que el sabio interior nos envía a través del cuerpo
Nuestro cuerpo es el mapa físico de nuestra conciencia, un fiel reflejo de cómo funcionamos en las distintas áreas de la vida. Cualquier síntoma físico es una oportunidad para hacernos conscientes de que hay un área en nuestra vida que necesita atención

El cuerpo en su totalidad se inclina al andar: hacia atrás o hacia delante

Estaremos huyendo del pasado si caminamos inclinándonos ligeramente hacia delante
Si nos inclinamos hacia atrás al andar tenemos miedo a entrar en la vida, somos unos cobardes
La cabeza también puede simbolizar al padre y a todos los ancestros varones.
Caminar con la cabeza por delante es igual a no reconocer nuestros deseos, andamos refugiados en el intelecto.
Los tumores cerebrales tienen que ver con los secretos escondidos del árbol.
Las migrañas con las retenciones sexuales.

Los ojos como conjunto son de carácter masculino.

El ojo derecho es el intelectual, el racional. El izquierdo es el del corazón, el ojo profundo, el de la receptividad.
La boca y las orejas simbolizan el linaje materno (son receptivas).
La sordera en el oído izquierdo puede ser algo que no quiero escuchar del linaje femenino
Los dientes picados son el resultado de la rabia no expresada
La garganta es el canal de expresión y de creatividad
Tras una amigdalitis se esconde el miedo, las emociones reprimidas y la creatividad sofocada.
El pecho: aquí está la relación corazón-emociones

Si no nos han amado desarrollaremos un pecho endurecido e insensible
Las manos son el símbolo de la elección
La mano derecha es el símbolo de la elección racional, sin fe. La izquierda es la intuitiva.
Las uñas son nuestras defensas simbólicas...¿Heredamos uñas de mucho grosor?
La espalda: los problemas simbolizan que cargas a los padres.

Si no nos acariciaron de pequeños podemos sufrir una desviación de columna
En la espalda se van archivando los conflictos no resueltos de nuestro pasado:
-En la parte lumbar está la conexión con nuestra sexualidad y creatividad (los padres)
-En la parte dorsal es la conexión con nuestra parte emocional (los abuelos en el árbol)
-En la parte cervical nos conectamos con nuestro intelecto (los bisabuelos)
El vientre: la madre y todo lo que "digerimos de la vida".

Los problemas de estómago están asociados al miedo, a la angustia y la ansiedad.

La pelvis se conecta con la sexualidad y con nuestros padres

El miedo a la sexualidad puede traducirse en una pelvis movida hacia atrás.

Las rodillas nos muestran nuestra flexibilidad, nuestra adolescencia.

Si vivimos encerrados en nuestro castillo, inflexibles, sufriremos con las rodillas.

Los pies simbolizan el territorio, conectados con nuestra hermandad.

Cuando no estamos viviendo nuestra vida, caminamos como un ladrón sin hacer ruido.
Si somos hijos de padres divorciados, o separados...las puntas de los pies se separan.
Vivimos una época de regresión a la infancia...las puntas de los pies miran hacia dentro.
Cuando los pies se inclinan hacia fuera nos señalan que no tenemos un lugar en el mundo.

Somos un espíritu que utiliza un cuerpo de vehículo para pasearnos por esta vida, pero él no es una carrocería inerte, cada célula contiene lo que fueron nuestros ancestros y lo que somos nosotros. Y no olvidemos lo que dice el proverbio chino: "Nada sienta mejor al cuerpo que el crecimiento del espíritu".





Diez falsas creencias del camino espiritual











10 Creencias falsas del Camino Espiritual

Cuando comenzamos a transitar el camino espiritual, buscamos la perfección en nuestras vidas. Tratamos de mejorar nuestro carácter, costumbres, ideas, alimentación, y hasta la vida social. A veces, hacemos sacrificios con el fin de alcanzar una vida más plena y feliz; sin embargo, muchas veces no llegamos al estado de éxtasis o plenitud que anhelamos. La decepción puede llevarnos a rechazar la disciplina que habíamos emprendido, o en el peor de los casos, puede desmoralizarnos a tal punto de pensar que “Dios se ha olvidado de nosotros”.
En realidad los errores como tales no existen, pues todo nos conduce a un necesario aprendizaje. Todo es un asunto de consciencia que solo puede expandirse a partir de las vivencias que nosotros mismos hemos invocado, sin juicio alguno si tales experiencias son "buenas" o "malas".

El Universo funciona como una gran computadora: hay que saber presionar las teclas adecuadas para obtener lo que se desea. Cuando no lo estamos haciendo, la computadora se detiene, espera fría y silenciosamente la señal eléctrica correcta. El Universo tiene sus “teclas” y la metafísica nos las enseña. ¿Cuáles son? Algunas escuelas esotéricas han tergiversado estas enseñanzas, quizá sin ninguna mala intención, con lo que han llevado a muchas personas a cometer "errores" y a frustrarse en sus expectativas.

Algunos de los "errores" más comunes son los siguientes:

1. ENVOLVERSE EN UNA BURBUJA DE PROTECCIÓN, O EN UNA LUZ, O EN COLOR, O PEDIR A ÁNGELES, O CUALQUIER OTRA FORMA QUE PROTEJA DE LOS PELIGROS QUE EXISTEN AFUERA

Lo único que logra este tipo de ejercicio es fomentar la idea de que algo externo puede tener más poder que nosotros. Nuestra mente percibe que hay algo allí afuera que puede, por ejemplo, lastimarnos o hacernos daño. Pero, según las enseñanzas espirituales, TODO ES DIOS; por lo tanto, nada puede hacernos daño. El miedo es negar la Divinidad que está en nosotros.

En realidad, debería practicarse algún tipo de ejercicio de reconocimiento de la seguridad personal. Este ejercicio podría decir: “Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo, estoy rodeado de hermanos, vivo en el mundo que Dios ha creado y sólo veo amor en todas partes”. En síntesis, al elegir qué ejercicio mental o meditación hacer, se deberá buscar aquel que nos recuerde la naturaleza divina de la vida y no el peligro que percibe nuestro ego. Frases almicas de consciencia como: Soy un ser creado por Dios. Soy un ser libre y soberano. Mi alma es Luz Divina.

Muchas personas creen que repitiendo ciertas afirmaciones pueden transformar su situación personal, lo que encierra un "error". No son los pensamientos lo que determinan nuestra realidad sino nuestras “creencias”. Solamente los pensamientos que hemos interiorizado y tomado como nuestra verdad son los que se manifiestan. Dicho de otra manera, aquello que sentimos internamente que es así, es lo que toma forma en el mundo externo.

La mente humana produce un promedio de 60,000 pensamientos diarios, la mayoría de los cuales son negativos para quienes se encuentran inmersos en los medios masivos de comunicación. Las afirmaciones son necesarias para lograr implantar una creencia nueva en nuestra mente subconsciente y la repetición de estas afirmaciones es un procedimiento adecuado, pero hasta que no le agregamos la emoción o sensación que acompaña a esa idea, no la interiorizamos como una verdad dentro de nosotros.

La repetición de palabras carentes de emoción no es efectiva. Por lo tanto, si yo repito “Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo” pero no me siento realmente seguro, de nada me servirá. Es necesario seleccionar ejercicios mentales, meditaciones o visualizaciones que fomenten las creencias de: paz, armonía y prosperidad.

2. ENVIAR LUZ A OTROS PARA QUE MEJOREN

Se puede enviar luz o energía a otras personas para que se curen de cierta enfermedad, para que mejoren su situación económica, su vida afectiva, y demás. Sin embargo, la mayoría de estos ejercicios se parecen más a una forma de manipulación que a una verdadera ayuda espiritual.

Primero y principal: si se va a ayudar a otro, hay que asegurarse de que la persona lo pida y lo necesite. Si esto no se da, tenemos que trabajar con lo que estamos percibiendo, porque “el problema” es algo personal que nos atañe a nosotros mismos y no a la persona que está sufriendo. Si la persona a ayudar esta inaccesible o inconsciente, habrá que pedírsele permiso a su alma y recibir confirmación de alguna manera antes de proceder.

La mayoría de los problemas o enfermedades son sólo momentos de prueba que está viviendo un individuo; son necesarios y muy útiles para el “despertar de su conciencia”. Nunca sabemos en realidad desde afuera cuán importante puede ser para cada persona la situación que está atravesando en determinado momento. Podemos percibir esa situación como algo terrible, doloroso, injusto o innecesario, pero cualquiera sea nuestra interpretación nunca será correcta ni completa.

El enviar la luz a la persona podría incluso hasta acelerar o entorpecer su ritmo personal. Nuestra intervención es innecesaria y, la mayoría de las veces, no es más que un deseo egoísta de que la persona resuelva rápido su problema porque éste nos despierta angustia o dolor.

Personalmente, recuerdo que una vez se acercó un amigo íntimo a decirme que estaba muy preocupado por mi situación. Yo le respondí que su preocupación no me ayudaba, que si realmente quería hacer algo bueno por mí, tenía que confiar en mí y saber que mi Guía Interior me revelaría en el momento adecuado lo que yo necesitaba hacer.

En lugar de enviar luz a otros cada vez que veas una situación difícil, comienza por enviarte luz a ti mismo para que tu Guía Interior te haga ver la Verdad que está operando en dicha situación.

3. CREER QUE VAMOS HACIA DIOS, QUE EVOLUCIONAMOS ESPIRITUALMENTE

No vamos hacia Dios, YA ESTAMOS EN DIOS! Todo lo que nos rodea forma parte del gran cuerpo universal de Dios. No evolucionamos espiritualmente. Nuestro Espíritu es Perfecto y Completo; no puede ni tiene que evolucionar. En realidad, es un problema semántico, ya que la evolución espiritual no existe. Lo que queremos significar con eso es el despertar de nuestra Conciencia a esa perfección y cuanto más rápido lo hacemos, más plenos y felices vivimos.

Tal vez el "error" provenga de las enseñanzas religiosas que nos dicen que Dios está “en el cielo”, como si nosotros estuviéramos separados de Él. Nosotros y el “cielo” somos UNO, y debemos aprender a reconocerlo y a vivenciarlo; en eso consiste nuestra Evolución de Conciencia o Despertar Espiritual. Conócete a ti mismo -profundamente- y despertarás de toda ilusión y engaño implantado por agentes exteriores a ti.

4. ANGUSTIARSE O PREOCUPARSE CUANDO HAY UN FAMILIAR ENFERMO O ATRAVESANDO ALGÚN TIPO DE CRISIS

En nuestra cultura está bien visto que uno se aflija o sufra a la par de sus seres queridos; sin embargo, eso sólo aumenta el pesar. Si interpretamos nuestro pesar desde otro nivel, esto significa que creemos más en el poder de la enfermedad o la crisis que en la solución.

Cuando te afliges por la enfermedad de un ser querido, agravas esa enfermedad, le das más fuerza y poder, alimentando a la víctima en su propia victimización. La solución es hacer un esfuerzo personal y reconocer que, más allá de nuestro entendimiento, hay una Inteligencia Superior que está actuando y que tiene el poder de restaurar completamente a nuestro ser querido, si así lo desea dicha persona. Lo mismo ocurre con cualquier tipo de problema o crisis. Si nos afligimos, es porque nuestro ego ha aceptado que hay una fuerza más potente que el Poder Divino.

5. CREER QUE UNO HA SIDO “ELEGIDO” POR DIOS

Muchas personas que estudian en escuelas esotéricas se sienten especiales y evolucionadas. Sienten que Dios los ha conducido al lugar adecuado para su crecimiento y evolución; que la información que va a recibir es muy importante y no puede divulgarse a personas que no están tan evolucionadas, porque no tienen la capacidad para entenderla o para darle un buen uso. Esta presunción se convierte en una forma de arrogancia, nada espiritual, que nos hace pensar que somos privilegiados, especiales, elegidos, y que los demás están descarriados o perdidos en la vida.

Esta forma de arrogancia también se ve en las religiones que se sienten propietarias de Dios. Si uno no sigue su culto, está perdido. En el Universo existe un solo Dios y es el mismo para Todos. Los humanos inventan diferentes maneras de rendirle culto, crean dogmas y doctrinas, pero, en esencia, todos adoramos al mismo Dios.

Todos somos iguales ante los "ojos" de Dios. En realidad no existe tal Dios como lo que está pintado en las imágenes de la mayoría de las religiones estructuradas. Solo hay Existencia, el poder de la Vida, en sus multidimensionales e infinitas manifestaciones. Para La Existencia nadie está más adelante ni más atrás. Nadie vale más ni menos. Cualquier interpretación y clasificación como ser especial corresponde al terreno del ego humano y no al terreno de lo existencial.

6. SACRIFICARSE POR OTROS

No hay nada más inútil e insatisfactorio que sacrificarse por los demás. Las tareas que se hagan por los demás deberán hacerse con amor o, de lo contrario, evitarse. Todo lo que se hace con amor es placentero; por lo tanto, no pesa ni molesta. Por el contrario, todo lo que se hace con sacrificio genera presión interna, rencor, enojo, molestia y, a veces, hasta odio.

El sacrificio por los demás está aprobado socialmente y es muy bien visto. Uno puede sacrificarse, por ejemplo, por los hijos, por los padres, por la pareja, por la profesión, por los niños desamparados, por alguien enfermo, por la institución religiosa a la que pertenece, por la empresa que da trabajo. La lista podría ser interminable y no es más que un muestrario de la acción equivocada de nuestro ego.

El sacrificio va muy de la mano con la manipulación. Por ejemplo, una madre que ha dejado su vida de lado por los hijos, tarde o temprano, usará su postura como válida para exigir algo de ellos; el novio o novia que cambia su rutina y deja de hacer ciertas actividades por el otro tratará después de exigir lo mismo.

La próxima vez que vayas a sacrificarte por alguien, pregúntate primero si ese alguien te lo pidió. La actitud de mártir no lleva hacia Dios como muchos creen, sólo el camino del amor. Haz las cosas con amor o no las hagas.

7. DEPENDER DE AMULETOS, ESTAMPAS RELIGIOSAS, CRISTALES, VELAS, IMÁGENES, O CUALQUIER OTRO TIPO DE ELEMENTO

Es cierto que los materiales tienen su propia energía y que el contacto con ellos (en especial, con ciertos cristales cuarzos) producen cambios en nuestra vibración personal y ayudarnos en el proceso curativo. También es cierto que algunas figuras, imágenes y colores producen reacciones psicológicas que nos estimulan; a veces "para bien", otras "para mal".

Las estampas religiosas y otros objetos, tales como cadenas con cruces, estrellas de David y demás nos recuerdan nuestras posturas espirituales. El problema es que la mayoría de estos elementos se convierten en amuletos y les damos más poder del que en realidad tienen. Hay personas que se sienten indefensas sin su cruz, la estampita de su santo protector, su cristal preferido o cualquier otro amuleto de su preferencia. El amuleto pasa a ser Dios. Vivir pendiente de un objeto es limitar la Presencia Divina a ese objeto. Dios es Omnipresente: está aquí, allá y en todas partes.

Lo peor sucede cuando una persona extravía su amuleto o éste se le rompe. La mayoría de las veces esto se interpreta como un presagio de que algo malo va a suceder. Esta idea es producto de creer que la persona se encuentra sin su protección y que, en consecuencia, las energías negativas pueden afectarla. De esta forma co-crean su propio infortunio pues vivimos en un Universo Mental.

“Todo lo que Creemos se hace Realidad“. ¿Por qué no creer entonces que el mejor amuleto con el que cuento es mi Naturaleza Divina? Nadie ni nada puede despojarnos de lo que somos realmente. Pero para ello primero hay que concerse a si mismo. Solo así podras amarte a ti mismo, que es el primer requisito para poder amar a otro.

8. CREER QUE UNO PUEDE GUIAR A OTROS O QUE PUEDE SER GUIADO

Sentir que gracias a uno otras personas se iluminan o, al revés, que la presencia de otros nos devuelve la luz es pura ilusión del ego. La verdadera Guía es Interna, es tu Intuición, la Voz de tu Espíritu. Muchas veces esa voz coincidirá con lo que escuchas de afuera y pensarás que alguien te está guiando. Pero, apenas aceptes a alguien como tu ídolo, comenzarás a fabricar tu propia decepción. Ocurre lo mismo si alguien te ha entronizado y te ha tomado como líder; en algún momento los problemas de tu vida personal lo decepcionarán.

Todos aprendemos y enseñamos al mismo tiempo. Por tal motivo, es conveniente mantener una actitud receptiva hacia las señales que recibimos de nuestro entorno y ver qué resonancia producen en nuestro interior. No eres el salvador ni la guía de nadie. Ninguna vida depende de tus conocimientos ni de tus esfuerzos. Esto es cierto también al revés. Nadie te rescatará ni te salvará, excepto tú mismo.

El mejor Guía con que contamos está dentro de Nosotros. Nos habla con voz suave y paciente, sin obligarnos a nada; nos indica siempre el camino más corto y más feliz, nos da la idea más adecuada y la respuesta que racionalmente no podemos encontrar. Por eso, es conveniente practicar meditación y ejercicios de relajación para poder escuchar esa voz. Si vives de prisa, tenso, angustiado y con un ritmo acelerado, seguramente no oirás la “voz de tu intuición” y buscarás guías externas.

Hay personas que son muy positivas y estimulantes, y podrán ayudarte en un principio. Pero evita idolatrarlas y evita también ser idolatrado. Recuerda siempre que la “Guía más válida y acertada está siempre dentro de ti”.

9. CREER QUE LOS MAESTROS ESPIRITUALES SON AQUELLOS QUE NOS PROVEEN DE LA INFORMACIÓN TEÓRICA

Tendemos a caer muy fácilmente en la creencia de que las personas que nos enseñan son adelantadas y que ya han superado muchas pruebas en su vida. En algunos casos, esto es totalmente cierto; en otros, no. El hecho de que una persona transmita una determinada información no la coloca en un grado superior. Debes recordar que cualquier forma de idealización o selectividad corresponde al terreno del ego. De hecho son escepcionalmente pocos quienes viven autenticamente lo que predican.

Los verdaderos maestros espirituales son aquellos que nos ponen a prueba y vienen “disfrazados” de hijos, padres, jefes, amigos, enemigos, animales, plantas y demás. Son aquellos que nos traen problemas. Ellos son los que realmente nos enseñan las lecciones que tenemos que aprender porque nos ponen a prueba.

Todas las religiones del mundo enseñan que Dios es Amor, que vivir con Dios significa expresar Amor a los demás. Algunas personas asisten a templos, iglesias, o escuelas esotéricas, donde reciben esta información, pero luego van a sus casas y se pelean con sus familiares, critican a sus vecinos, odian a sus jefes, a los políticos, a los animales, a individuos de otras razas o culturas. Ellos todavía no han aprendido la lección y la vida los llevará a enfrentarse una y otra vez con la misma situación o persona… hasta que aprendan a mostrar amor.

Haciendo una comparación con la enseñanza tradicional, los líderes espirituales o religiosos son los “libros” que nos dan la información; las personas que nos traen problemas son los maestros que “nos toman el examen” para ver si pasamos la prueba o no. Existe una Ley en el Universo: Todo lo que nos molesta, complica, enreda, o todo lo que odiamos, se nos “pega”. Esto ocurre hasta que aprendemos a amar la situación. Entonces, ese problema o esa persona se convierten en el maestro espiritual de ese momento.

10. CREER QUE UNO NO PUEDE ENOJARSE, TEMER, O SENTIR CUALQUIER OTRA EMOCIÓN NEGATIVA POR ESTAR EN EL CAMINO ESPIRITUAL

Esta creencia nos lleva a una gran represión de la ira y de los enojos, que hacen su reaparición más tarde bajo la forma de rencor, crítica o rechazo. Mientras estamos en el plano terrenal, vivimos las sensaciones y las emociones de este plano. Algunas de ellas son muy placenteras, otras no. El tener un conocimiento intelectual acerca de la acción destructiva de ciertas emociones no las hace desaparecer.

Uno puede saber lo malo que es el enojo y, sin embargo, no puede evitar enojarse. En realidad, uno sí puede evitar enojarse, o asustarse o angustiarse, pero eso exige un entrenamiento. Durante dicho entrenamiento, hay momentos en que podemos dominar la rabia y la ansiedad, y otros en los que nada puede calmarnos. Una vez que aparece el enojo, lo mejor es descargarlo de la manera más positiva posible. Es mucho peor reprimirse e intentar decir: “Todo está bien en mi mundo”, cuando uno internamente está sintiendo el deseo primitivo de querer atacar a alguien.

La mayoría de las personas que transitan el terreno espiritual son muy exigentes consigo mismas y pretenden erradicar completamente de sus vidas este tipo de reacciones. Esto no resulta desacertado pero se logra a través de un proceso. Sé amable contigo mismo y, de vez en cuando, date el permiso necesario para maldecir, golpear un almohadón, gritar, llorar y expresar, como mejor te resulte, todas las emociones negativas que te toca vivir, evitando arrojar tu malestar sobre otros. Todo lo que hagas hacia otro te será develto con creces, al margen de que sea "bueno" o "malo" lo que hayas vertido.

Conclusión:
La mayoría de las creencias aquí enunciadas están generados por la actitud crítica de nuestro propio ego. El ego no puede desaparecer porque necesitamos de él para actuar en este plano. La “solución” es ponerlo alineado con nuestro Espíritu. Amablemente, le podemos decir al ego que: “A partir de ahora, deberá seguir las indicaciones de un nuevo Maestro amoroso, amable, paciente y permanente, que nunca juzga y que sabe que siempre estamos haciendo lo mejor que podemos”. Si seguimos las indicaciones de nuestro Maestro Interno, nunca podemos fallar.