domingo, 12 de febrero de 2017

El vuelo del halcón





Un rey recibió como obsequio dos pequeños halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara.


Pasado unos meses el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía que le sucedía, no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.


El rey mandó a llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacerlo volar.


Al día siguiente el monarca decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón. A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente por los jardines. El rey le dijo a su corte, "Traedme al autor de este milagro."

Su corte le llevó a un humilde campesino. El rey le preguntó: "¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres acaso un mago?".

Intimidado el campesino le dijo al rey, "Fue fácil mi Señor, sólo corté la rama y el halcón voló, se dio cuenta que tenía alas y se largó a volar."


¿Sabes que tienes alas ? ¿Sabes que puedes volar? ¿A qué te estás aferrando? ¿De qué no te puedes soltar?

No puedes descubrir nuevos mares a menos que tengas el coraje para volar.



Vivimos dentro de una zona de comodidad donde nos movemos, y creemos que eso es lo único que existe. Dentro de esa zona está todo lo que sabemos, y todo lo que creemos. Convivimos con nuestros valores, nuestros miedos y nuestras limitaciones. En esa zona reina nuestro pasado y nuestra historia, todo lo conocido, cotidiano y fácil... Tenemos sueños, queremos resultados, buscamos oportunidades, pero no siempre estamos dispuestos a correr riesgos, no siempre estamos dispuestos a transitar caminos difíciles.


Tenemos sueños, queremos resultados pero no estamos dispuestos a correr riesgos, nos conformamos con lo que tenemos, creemos que es lo único y posible y aprendemos a vivir desde la resignación.



Somos guerreros, trabajadores de la luz. Todos estamos aquí para aprender y rectificar las emociones-negativas-enfermas que todavía nos atrapan en esta realidad. Nuestro trabajo más importante es observar; modificar y sanar conscientemente y profundamente la parte negativa de nuestro EGO ya que este estará presente en todos los momentos de nuestra vida.


Fisica Quantica










Física cuántica: reconciliando ciencia y espiritualidad

Durante centurias las religiones y la ciencia ortodoxa tomaron el control del conocimiento para dividirlo, en una feroz competencia, entre la religiosidad de la Iglesia y el materialismo de la ciencia. Así fue como toda la dinámica universal se consideró un inmenso mecanismo predecible y en el que el hombre no tenía incidencia. Todo estaba en manos de Dios, arbitrando una puja eterna en su creación: entre el bien y el mal, el caos y el orden. Mucho se habla en estos días sobre la Física Cuántica, pero en definitiva, ¿qué es la Física Cuántica? Si comparamos a la Física Cuántica con un sistema monetario basado en el peso, la unidad mínima de dicho sistema es el centavo. La llamada Física Clásica se encargaría entonces de estudiar el sistema a partir de la unidad peso (átomo) mientras que la Física Cuántica lo haría a partir del centavo (cuanto). Entonces esto puede llevarnos a definirla como una ciencia subatómica. La Física Cuántica comienza a abrir un nuevo camino al conocimiento verdadero, reconociendo la divinidad en nosotros mismos y el poder de co-creación que todos poseemos. El hombre dejó de ser un “astronauta” del destino para darse cuenta de que puede elegir y crear de forma consciente cómo quiere interrelacionarse con la realidad.

Todo es luz
El término cuántico proviene de quantum, que es la unidad más pequeña que constituye la luz. Los experimentos llevados a cabo en los más avanzados laboratorios que estudian la física de partículas han demostrado que, en el nivel más pequeño de la materia, el nivel de las partículas elementales, todo es energía. Para comprenderlo mejor digamos que la materia es luz condensada. En los laboratorios se descubrió que las partículas y antipartículas se aniquilan entre sí, dando lugar a la aparición de la energía radiante y de la pura energía. En el mundo cuántico surgen procesos de creación y destrucción, demostración científica de que energía y materia no son más que dos polos de la misma esencia, de una única sustancia universal. El hombre mismo está formado de esta misma sustancia universal: luz pura y radiante. Cada uno de nosotros es un sistema de energías en vibración continua. Es decir que las moléculas de que se compone cualquier clase de materia, inclusive nuestros cuerpos, están en constante vibración. Nuestros cuerpos crean, entonces, bandas de energía electromagnética con una determinada amplitud de onda que les permite, al mismo tiempo, emitir y absorber información. Así estamos en continua comunicación con una matriz cuántica universal de carácter holográfico.

Curación cuántica
Este descubrimiento está abriendo las puertas a una nueva terapia de curación que no es física, sino de carácter energético. Durante la segunda mitad del siglo XX, Herbert Fröhlich y Fritz Popp estudiaron este patrón energético de los seres vivos. Se descubrió por entonces que las moléculas vibran al unísono y se comportan como una sola supermolécula, estableciendo un patrón energético coherente y único. Así se pudo detectar una emisión lumínica por parte de los átomos similar a la de un láser. La misma fue conocida con el nombre de “radiación mitogenética de láser” y constituye la clave para asegurar que el ser humano es un complejo cuántico que posee la capacidad de conexión e interacción con el universo; y que su equilibrio, bienestar y salud dependen -como en el caso de una conexión a internet-, de la calidad de recepción y emisión de dicha señal. Para favorecer esta coherencia se puede interaccionar con estos campos sutiles de energía mediante terapias que utilizan luz, escalas cromáticas y frecuencias de sonido que ayudan a reestablecer la comunicación con la matrix.

Las propiedades holográficas
El campo energético biofotónico es holográfico, por lo que posee la propiedad de que la parte (individuo) contiene la información del Holograma completo (Todo). Existe una conectividad instantánea entre la parte y el resto de las otras partes, y entre las partes con el Holograma entero. Aquello que promulga el misticismo que reza “descubrí la verdad dentro tuyo” es una verdad irrefutable en la teoría del Holograma Cuántico. Esta propiedad de no-localidad de información es un principio postulado por la dinámica cuántica en el Teorema de Bell y demostrada en el primer experimento realizado al respecto en el espacio por el astronauta Edgar Mitchell en su misión del Apolo XIV. Nuestro Universo sería un gigantesco almacén de información al que puede accederse desde cualquier otro lugar del universo en cualquier momento que se desee. Al igual que un ordenador central de una red informática, toda la información queda almacenada en un disco rígido al que puede accederse desde cualquier computadora del sistema cuando el operario lo considere oportuno.

Una propiedad fundamental: la consciencia
Puede afirmarse que nuestro cuerpo contiene, entonces, un patrón holográfico de energía que trasciende el marco conceptual de la energía física, ya que sería energía consciente. A niveles cuánticos, la consciencia es parte integrante, esto significa que la realidad cuántica no es objetiva; entonces el observador forma parte de la realidad y tiene incidencia sobre la misma. Esto puede comprenderse bajo un principio clásico de la dinámica cuántica, el de la dualidad onda-partícula: el observador, con el simple acto de observar, determina el estado de la función en onda o en partícula. La visión es una propiedad de la consciencia, entonces la consciencia co-crea lo que observamos. Somos partícipes de un mundo cuántico que cambia de estado de acuerdo a los observadores-participantes de la realidad. La dinámica cuántica es un pilar clave en la unión entre la materia y la consciencia, estableciendo una nueva concepción de nosotros mismos. La dualidad de la existencia onda-partícula (o bien energía-materia) está entonces determinada por nuestra observación. A esto habría que agregarle que el perceptor (sujeto) y la fuente de emisión (objeto) están en una interrelación de resonancia conocida con las siglas PCAR, que permite que la información sea adecuadamente recibida. Esto puede simplificarse asegurando que cada individuo recibe la información que merece o puede entender de acuerdo con su nivel de comprensión y asimilación consciente de recepción. Este proceso calificado de información y regido por ciclos resonantes de retroalimentación es conocido como Bio-Feed Back.



Universo viviente
Si evaluamos la consciencia como un campo matriz podemos especular que el Universo se comporta como un ser vivo. James E. Lovelock fue quien postuló el concepto de la Tierra como un ser vivo, con esencia vital y consciencia. La naturaleza geométrica de la naturaleza, la cual se expande fractalmente, puede aplicarse a nuestro universo y a las leyes que lo rigen. El universo completo podría imaginarse como un gigantesco fractal expandiéndose permanentemente dentro de una matriz energética consciente. Uno de los aspectos cruciales de la comprensión filosófica de la dinámica cuántica es responder a la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que mantiene a la luz “condensada” en materia? Queda claro que los procesos cuánticos no son, por sí solos, capaces de mantener la continuidad de la luz en materia. Una de las explicaciones la dio uno de los padres de la física cuántica, Max Planck, al declarar que detrás de la realidad física debe existir una mente consciente que le permita existir. Entonces, detrás de este gigantesco universo debe existir también una gigantesca mente consciente que le da vida y le permite existir materialmente. Como decía el genial escritor Jorge Luis Borges: “Somos pensamientos en la mente de un gigante”.




sábado, 11 de febrero de 2017

La noche oscura del Alma







Se dice que dentro del desarrollo personal y espiritual del hombre, hay un proceso llamado: La Noche Oscura del Alma (frase atribuida a San Juan de la Cruz), y es parte del ciclo de nuestra existencia. Cuando existen cambios importantes como un cambio de residencia o de trabajo, y a veces dolorosos, como la pérdida de un ser amado, se desata en nuestro interior un cambio en nuestras emociones y en nuestra forma de pensar; definitivamente evolucionamos, crecemos, maduramos y aprendemos con los cambios radicales que por lo general, generan una crisis existencial (a veces negativa y a veces positivamente) y nuestra visión de las cosas suele ser distinta a la de antes, con sucesos que cambian nuestra realidad. A veces no tener respuesta a nuestras preguntas, nos da la fuerza para reencontrarnos con nosotros mismos de nuevo, nuestra esencia… descubrir por qué y para qué estamos aquí.

La crisis y la soledad, por ejemplo, son motivo para valorar lo que aún tenemos, para confrontarnos y encontrar de nuevo el sentido de la vida, con nuevos caminos. Sostenerse después de la tormenta, encontrando la calma y el equilibrio, es un proceso que todos pasamos alguna o varias veces en la vida y que también es conocido como enfrentamiento con la propia sombra.


Síntomas de la noche oscura del alma

Nuestro mundo interior necesita redefinirse en la etapa de la Noche oscura del alma, y por ello suelen presentarse síntomas como depresión o soledad, que nos obligan a generar un cambio positivo, dejando a un lado ese lado oscuro que una parte de nosotros piensa que va a quedarse, pero no es y no debe de se así. En la psique del ser humano debe de hacerse de forma consciente, la necesidad de desechar lo inservible, para beneficio de nuestra evolución y eso a veces duele. La separación de las personas, de los pensamientos y de las cosas, duele. Ese dolor es otro de los síntomas. Se incluye en este caso la relevancia del desapego en nuestras vidas; ejercerlo es un acto de valor que nos acerca a lo espiritual, pues con él, llega la luz a nuestras vidas. El proceso se afronta, para encontrar a Dios, y puede presentarse: tristeza, soledad, desesperación, miedo, angustia y a veces, confusión. Así, los síntomas de la noche oscura del alma, pueden aparentar en conjunto, un túnel sin aparente salida, un desequilibrio emocional, que por lo general, luego de ser superado, muestra la luz en el camino y entonces, todo parece más fácil, los procesos creativos surgen luego del proceso del desahogo y el alma renace, dándonos una oportunidad, una vez más, de encontrarla felicidad con lo que hay, con nuestros actos y con nuestras decisiones y forma de vida. Todo lo anterior a voluntad, gracias al crecimiento espiritual que se da cuando la tristeza pareció abatirnos, pero que ahora ello es reemplazado de fe.

Para encontrar nuevas etapas, el camino primero se obscurece. En este proceso personal y único para afrontar la vida, puede existir abandono de fe, para luego encontrarla. Existen incluso tentaciones de “tirar la toalla”. Primero, hay que tocar fondo. Ya lo dijo Nietzsche , que para renacer, primero hay que convertirse en cenizas…

La noche oscura del alma, más que un misterio es una prueba de resistencia. La fase de noche oscura sucede cuando la conexión con nosotros mismos, en apariencia, se pierde. A veces se presenta como efecto de sucesos, otras veces es parte de una decisión consciente; la fase de oscuridad no debe de darnos miedo, es normal y parte del proceso de evolución. Permanecer y fortalecerse, como parte de una metamorfosis.


Los Teósofos pensaban que el proceso del que hablamos, era una desconexión con el mundo espiritual y que la guía para la transformación debía ser la fe, justo cuando parecen desaparecer los guías, y la confianza en nosotros mismos y en nuestra esencia, debe de ser encontrada como un aprendizaje. Luego llega la inspiración y la sabiduría. Es inevitable, experimentar noches oscuras, pero ello forma parte de la construcción de nuestra identidad. Saltar es evolucionar, continuar, no claudicar, seguir adelante.

Namaste




Namaste


La palabra sánscrita “namaste” (namastei) significa yo reverencio lo divino en ti que en mí es.

Namaste es la chispa divina dentro de una persona reconociendo la chispa divina dentro de otra.

La vida que habita en mí reconoce y honra la vida que habita en ti.

Namaste es una profunda y especial expresión de respeto.

Reconoce la dualidad que siempre ha existido en el mundo y sugiere un esfuerzo de nuestra parte de unir estas dos fuerzas llegando finalmente a la más alta unidad y estado de no dualidad del ser con todo lo que existe; en otras palabras, reconoce la igualdad de todo y brinda honores a la sacralidad de todo.

La acción del namaste se despliega en tres niveles: el mental, el físico y el espiritual.

Yo honro el lugar en tu interior donde el espíritu vive. El espíritu que está en mí encuentra el mismo espíritu en ti.

Yo reconozco ese lugar en el que tú y yo somos uno.

Yo honro ese lugar en tu interior donde el amor es y recibo el espíritu libre que en ti es.

Yo saludo el lugar en tu interior donde la luz es fuente de vida.

Yo percibo el lugar en tu interior donde la luz es.

Yo reconozco el lugar en tu interior donde la paz es, el lugar dentro de cada uno de nosotros donde ella mora.

Yo reconozco que todos somos iguales y sé que cada uno es valioso a su propia manera y capaz de expandir mis horizontes.

Cuando tú estás en ese lugar en ti y yo estoy en ese lugar en mí, en ese instante somos uno y estamos capacitados de reconocer la bondad del otro.

Nosotros podemos percibir el hilo que nos conecta con el universo; todos somos uno con él, con todo lo que existe, y entramos en contacto con la fuente de esa interconexión.

Aceptando la unidad estamos siendo receptivos al conocimiento que nos llega en forma de ejemplos, avisos y enseñanzas.

La unidad puede despertar la sabiduría que abre nuestros ojos a nuevos mundos de posibilidades.

Cuando asumimos que cada persona que se cruza en nuestro camino es especial y única en su esencia nosotros podemos ofrecerles el mismo nivel de generosidad, bondad, cuidado, compasión y comprensión sin ningún pensamiento de egoísmo, propio interés o motivos ocultos de recibir algo a cambio.

La manera en que vivimos nuestra vida diariamente tiene un enorme impacto en todo lo que nos rodea. En vez de aferrarnos a lo que nos separa, el namaste nos permite sentir que no estamos solos en el mundo y nos hace comprender que tenemos que respetar a todos por que son nuestra familia.

Somos uno con el cosmos, con todo lo que existe, así tengamos consciencia o no de que así sea.

Asumiendo la unidad de todo ganamos consciencia de los más sutiles aspectos de nuestro ser dando como resultado una completa identificación con la energía que nos anima, con el ser de luz que somos.

Siendo todos uno, viviendo en unidad, en comunión, en una gran familia, todos los seres encuentran y obtienen felicidad y pueden liberarse del sufrimiento y la enfermedad.

Todos vemos en los otros nuestro reflejo, el mundo es nuestro reflejo. Si tenemos el corazón encendido por la brillante luz del amor y de la compasión viviremos rodeados de amor y sanación.


¡¡¡NAMASTE!!!